Manchester City, de la mano de Manuel Pellegrini, se ha mostrado con buenas participaciones en todos los frentes que está disputando (Premier League, FA Cup, Champions League, Capital One Cup). Y hoy tenía la oportunidad de alcanzar la gloria en éste último torneo, donde enfrentaba al Sunderland, en la "Catedral del fútbol", el Wembley.
Con una presencia aproximada de 64.000 espectadores (50% para cada equipo), Londres volvía a recibir una final, y se esperaba un duelo vertiginoso y lleno de emoción. El cotejo comenzó con un City dominando el juego e intentando crear peligro por las bandas, donde encontró a una firme defensa, comandada por el portero del Sunderland, Vito Mannone. En la primera llegada peligrosa de los albirrojos, a los 8 minutos, Fabio Borini guapeó y le ganó la pelota a Vincent Kompany, y definió con el borde externo del pie, para inflar las redes del pórtico ciudadano, y darle la ilusión a todos sus hinchas, que celebraban de espalda a la cancha, mofándose de los hinchas "citizens".
Ya en desventaja, Manchester City continuó manejando las acciones, pero no creó gran peligro en el arco rival, por lo que el momentáneo vencedor se refugiaba atrás y aprovechaba los pases largos, sobre todo del ex "ciudadano", Adam Johnson. Se iban al descanso, con muchos problemas a resolver para el Ingeniero, quien debía encontrar la paridad rápido, para acomodarse en el encuentro.
Pero la jerarquía de jugadores como Touré Yaya, ciertamente marcó la diferencia. Éste mismo, a los 9 minutos del segundo tiempo, anotó uno de los mejores goles del año hasta ahora, llegó algo de calma, y enfrió la cabeza de los 11 jugadores celestes. La hinchada no había parado de celebrar, y dos minutos después, Samir Nasri marcó otro gran gol, que le estaba dando el título a los dirigidos de Pellegrini. Entonces, el Sunderland se vio obligado a adelantar sus líneas, y metieron atrás a los ciudadanos, quienes esperaban la oportunidad para sellar títtulo y firmar el campeonato a favor suyo.
Y esa oportunidad fue aprovechada al minuto 89', tras una excelente contra, el ingresado Jesús Navas definió de gran manera, y desató la algarabía que necesitaban los hinchas del City. Llegaba el momento de celebrar, y fue el capitán, el belga Vincent Kompany que levantó el trofeo frente a la mitad del Wembley que celebraba su nueva corona.
Así, Pellegrini se convierte en el segundo chileno que logra coronarse en Europa, después de Fernando Riera, quien fue campeón de liga al mando de Benfica de Portugal en las temporadas de 1962-1963 y 1966-1967.
Pero, se debe dar vuelta la página, dado que el martes, por la Premier League, enfrentan a su clásico rival, el Manchester United, en una travesía al Old Trafford, difícil reducto, que albergará la ilusión de los "citizens" de pelear y conseguir otro título.
Por Vicente Vásquez Feres